lunes, 2 de julio de 2012

CONGA: SEGUNDA FASE




1.     Con el jalón de orejas a Roque Benavides, el presidente Humala busca deshacerse de la imagen pro empresa en el conflicto Conga; y al declarar que está dispuesto al diálogo con todos- incluido Santos, se entiende- intenta cubrir la posición del centro en la polarización. Además, negarse a conversar con Santos ocultaría un interés impropio de un presidente. Sin embargo, está claro que el objetivo de este movimiento táctico, continúa siendo que Conga vaya pero sin  un alto costo social; es decir, asumir el conflicto como uno de “baja intensidad”, de mayor duración y con un claro objetivo de aislar a los que protestan, y particularmente a sus dirigentes. Es decir, conseguir debilitar cada vez más a la protesta, y si hay represión esta sería selectiva y aceptada como inevitable por las mayorías. Ruegan que Santos cometa un error grave para sacarlo del gobierno regional.



2.       Para los de la empresa, la situación todavía sigue siendo incierta y de apuesta con límites. Deben de haber sentido que el EIA primigenio, como en tantos otros casos, era a su favor e inamovible, y de pronto se les exigió cuadriplicar los volúmenes de agua, respetar las lagunas Chica y Azul, diez mil puestos de trabajo, fondo social y, algo no suficientemente resaltado, la postergación en dos años del inicio de las operaciones a tajo abierto. No es que “se les puso de rodillas” como alguien alguna vez prometió, pero sí deben de haber sentido, como nunca antes,  que se les imponían requisitos por fuera de un EIA (de ahí la pataleta de Benavides). Y que se vieron obligados a aceptar, porque también percibían  que en caso contrario la protesta y la violencia se desbordarían impidiendo que Conga nunca vaya. En otras palabras, sin la protesta el gobierno no habría podido imponer, ni la empresa aceptar, estas últimas exigencias.



3.       De otro lado, los dirigentes de la protesta  han tomado conciencia que la  ligazón entre “Conga no va” con el “diálogo tampoco va” los estaba llevando al despeñadero. Y han sabido corregir el error. Es por eso que ya no hablan de huelga general indefinida sino de “movilización permanente y pacífica” (¿y la huelga de hambre?). Táctica más realista y acorde con la búsqueda del diálogo o exposición entre las partes, o como quiera llamársele, pero que inaugure la discusión, pero ¡ojo! paso a paso y acompañada de consultas a los pueblos y sectores concernidos. La protesta y la consulta ya deber ir juntas. Por ejemplo ¿por qué oponerse a la construcción de los reservorios? sin haber realizado una consulta previa. Si se califica como “provocación” el inicio de la construcción ¿por qué caer en ella? En cambio, los maximalistas plantean que permitir esto es aceptar la derrota de la lucha; el extremismo, como siempre, cobijado bajo el discurso polarizante del todo o nada, se niega aplicar  una táctica realista que obliga aceptar compromisos parciales para  impedir que la protesta sea aislada de las mayorías. Siempre hay que saber respetar los límites que impone la correlación de fuerzas en toda lucha por justa que sea.



4.       En realidad, el resultado de la política se mide por la lógica y el carácter de los compromisos alcanzados. La guerra, por el contrario, por el aniquilamiento o rendición del enemigo. Y Conga es un problema político.
Articulo de Carlos Tapia en "La Primera"

LA MAFIA DE "LA PARADA" Y DEL "CAPITALISMO COMBI"


Algo tonificante debe de estar ocurriendo en la ciudad de Lima para que el diario “Correo”, el principal medio de la DBA (la Derecha Bruta y Achorada) se convierte hoy domingo 31 de junio en el principal vocero del paro de los transportistas contra la reforma del transporte.   Ahora solo falta que, Aldo Mariategui, editorialice a favor de los comerciantes de “La Parada” que se oponen al funcionamiento del Gran Mercado Santa Anita, una acción que ninguno de los últimos 4 alcaldes anteriores se atrevió a realizar.   “Paro contra las multas” dice el diario Correo tratando se desinformar a la opinión pública.

La extremada informalidad del transporte público de Lima y del funcionamiento de “La Parada” son dos emblemáticos casos del atraso de la ciudad y de actividades socio económicas que lindan con una economía delictiva. Son en realidad poderes fácticos que impiden la modernización de la ciudad, el funcionamiento de economías de escala en ambas actividades, pero que lamentablemente comprometen a miles de migrantes y sectores pobres pero que contribuyen a un perverso enriquecimiento ilícito de un grupo de empresarios que practicaron la cultura de “Pepe el Vivo” con el consentimiento del Estado y del poder económico.

Hace pocos días pude tener acceso a una investigación del caso “La Parada”. Esta investigación muestra con lujo de detalles como detrás de la predica de los dirigentes de ese decadente centro mayorista de abastos que pregona los supuestos precios altos de concesión de los futuros puesto en el Mercado Santa Anita, el uso de Javas para el transporte o los espacios inadecuados espacios y hasta la supuesta falta de baños públicos, se esconde en realidad una verdadera mafia construida por más de 40 años y que favorece a un sector de comerciantes con mucho dinero.

¿Cómo funciona esta mafia y cuáles son sus códigos informales propios de una economía delictiva?

-   Por lo menos un 60 % de los 740 comerciantes que tienen la concesión de los puestos de La Parada, le pagan a la empresa municipal que administra La Parada solo 150 soles mensuales pero estos sub contratan estos puestos entre 2,500 soles hasta 12,000 soles mensuales a otros comerciantes con una extraordinaria ganancia que durante más de 30 años les ha dado un alto dividendo.  Esto explica porque ahora esos comerciantes no quieran trasladarse al Mercado Santa Anita, porque perderían están ganancias y por una tarifa que tendrían que pagarle a EMMSA para el mantenimiento moderno y la seguridad de ese Mercado Mayorista.
-  El Sindicato de Estibadores domina la actividad de la carga, descarga y traslado de mercancías para lo cual cobra entre 3 y 5 soles a un promedio de 1,500 personas que se dedican a esta actividad. Los dirigentes nunca informan sobre el destino diario de esos recursos.  Este es el segundo sector que se opone al funcionamiento del Mercado Santa Anita y al uso de Javas porque sabe que las reglas de juego cambiarán radicalmente en el nuevo mercado y ya no tendrán estos ingresos ilícitos.
-   Alrededor de La Parada trabajan indistintamente unos 3,000 ambulantes dedicados a diversas actividades pero que tienen nexos económicos y familiares con los arrendatarios de puestos al interior de La Parada. Este sector ha realizado un pacto con los delincuentes que antes asaltaban a diestra y siniestra en ese sector a los vecinos que se acercaban a comprar. Los comerciantes informales y los propietarios de camiones - que tardan hasta tres horas en descargar sus productos - le tienen que pagar a cada uno de estos asaltantes entre 3 y 5 soles diarios para aceptar una tregua a los asaltos y crear así una aparente seguridad en el entorno de La Parada. Cuando ese pacto se rompe entonces los delincuentes vuelen a sus andanzas.
-   Alrededor de La Parada funciona una red de restaurantes, hostales y prostitución que completa una actividad que compromete a miles de jóvenes, mujeres y comerciantes acostumbrados a un denigrante modo de vida que ahora se resisten en dejar.
-  La dirigencia de La Parada controla el sistema de balanzas, pesas, medidas y la relación con los intermediarios que traen las mercancías de las zonas agrícolas del país en un sistema negro de transacciones al margen de la SUNAT donde la municipalidad, el consumidor no tiene nada que ver a fin de mejorar la calidad y el precio de los productos que compra.

Cuando uno se entera y percibe este “modus operandi”, recién puede entender porque los miles de comerciantes y estibadores de La Parada se oponen a cambiar un reducido espacio de 9,000 metros por otro de 60,000 metros y donde las principales transacciones se realizaran a través de tarjetas virtuales y en bancos que funcionaran al interior del Mercado Santa Anita.  En los 9,000 metros cuadrados que dejará La Parada funcionará un Gran Parque Ecológico, un pulmón que necesita el distrito de La Victoria y alrededores. El principal centro comercial beneficiario con este cambio será Gamarra y sus alrededores.     

Toda la ciudad, el Gobierno Nacional, la Policía Nacional y los medios de comunicación deberíamos apoyan la mudanza de La Parada al Mercado Santa Anita. No solo será un triunfo de la gestión de la Susana Villarán sino de todos los vecinos de Lima.

Este es un gran desafío para la capacidad de gerencia eficiente y estrategia comunicacional de la gestión de Fuerza Social. Ahí se verá cuanto ha ganado en experiencia, rapidez y autoridad su gestión.

Ya veremos.

Neptali Carpio